Miguel Angel Revilla defiende la unidad de las dos Asturias
El Grupo de Gaitas Ciudad de Oviedo abría la comitiva que inició los actos del II Encuentro Asturcántabro, ayer, en Bárcena de la Puente San Miguel. Su música se mezclaba con la que interpretaba la Banda de Gaitas La Montaña. Tras ellos, autoridades políticas de las dos comunidades y, cerrando, el Grupo de Danzas Puente San Miguel. Eran las 12 cuando salieron del Ayuntamiento hacia la Casa de Cultura, justo cuando la lluvia que tiene abiertos los paraguas en Cantabria y Asturias daba una tregua. Porque también en eso «somos la misma tribu», como se refirió Miguel Ángel Revilla a las sociedades cántabra y astur en la clausura del acto en el que Emilio Botín fue distinguido como Personaje Ilustre. Su hijo, Emilio Botín O'Shea, recogió la distinción alabando que «la unión entre lo autóctono y lo universal de Puente San Miguel es su gran riqueza natural, como sucede en el Banco Santander». Revilla presidió la entrega acompañado por la directora general de Política Lingüística de Asturias, Consuelo Vega; los alcaldes de Reocín y Ribadeva, Germán Fernández y Alejandro Raimonde, y el presidente de la Asociación Etnográfica de Ribeseya, Francisco Elías. Además, en el auditorio estaban presentes varios alcaldes de las dos Asturias. Y en las 'butacas de platea', la Coral San Miguel de Reocín, que como alabó el presidente de la Asociación Etnográfica de Ribeseya «son los que hacen posible la solidaridad y el hermanamiento entre Cantabria y Asturias».
Este vínculo cultural entre ambas comunidades vertebró buena parte de las intervenciones, como la de Consuelo Vega, que destacó el hecho de que «hace 30 años parecía que iban a desaparecer los gaiteros, y hoy en día hay cientos».
Sin fronteras entre las dos Asturias.
«Los límites se difunden entre ambas comunidades», dijo la directora general de Política Lingüística para remarcar una idea que también trazó en su intervención el alcalde de Ribedeva y presidente de la Mancomunidad Oriente de Asturias. Alejandro Reimonde subrayó la «relación histórica» entre ambas regiones que, además, «en las dos últimas legislaturas ha eliminado fronteras administrativas de forma que la gente se sienta de una sola comunidad a ambos lados de la frontera». Esa 'frontera' tampoco existe para Miguel Ángel Revilla: «Cuando atravieso el puente de Unquera no tengo la sensación de haber salido de mi tierra». En palabras del jefe del Ejecutivo regional, «ninguna región tiene una comunidad vecina con tantas similitudes como nosotros». «Compartimos los mismos sentimientos, aficiones, historia y cultura".
En un discurso encendido, en el que ensalzó constantemente la identidad histórica y al tradición de sendas comunidades, Miguel Ángel Revilla cargó aún más contra los «cortos que llaman paletos a los que se ponen albarcas». «Eso es ruralismo, dijo, y no catetismo como dicen algunos, es cultura con mayúsculas». Porque sin ella, sin ese pasado que en actos como el de ayer se hizo presente «no hay raíces ni carné de identidad». Por ello, no tuvo ningún titubeo al afirmar que «ambas regiones están a salvo» por el apego que tienen entre los jóvenes, a pesar de reconocer que ha llegado a sentir miedo de que esa cultura pudiese desaparecer con la globalización e Internet. «Ahora estoy seguro de que eso no va a pasar», dijo.
Un guiño a Fernando Alonso
Revilla tuvo palabras para el Santander y elogió la figura del banquero, destacando su implicación en proyectos «vitales» para Cantabria, como el Proyecto Comillas o la candidatura de Santander a Capital Europea de la Cultura en 2016. Asimismo, valoró su labor en pro de Asturias lanzando un guiño al auditorio: «No os olvidéis que Botín ha llevado a Alonso a Ferrari». Tras gritar al unísono «Puxa Asturias, Viva Cantabria», el himno de Asturias, y el de Cantabria pusieron el punto final al acto de este II Encuentro de hermanamiento de las dos Asturias, que el próximo año se celebrará en Colombres.
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