lunes, 16 de marzo de 2009

Entrevista a los hermanos Gómez Gonzalez, nueva pareya del folc asturianu



Su andadura comenzó en 1998, después de estar matriculados en la escuela de folclore de Santander, pero ellos llevan en los cromosomas la música tradicional porque ya desde su más tierna infancia estos dos hermanos escuchaban cantar a una leyenda la canción asturiana, su abuelo Genio, el de Camijanes. David y Fernando Gómez González forman el dúo Sones del Nansa en el que alternan la gaita, el requinto, el rabel y el tambor. Con una amplia trayectoria, pese a su juventud, han participado como músicos en actuaciones nacionales e internacionales junto al Grupo de Coros y Danzas de Santander. Individualmente poseen varios premios en su haber, de carácter regional.
-¿Cuál es la primera imagen que retienen en su memoria de su infancia con relación a la música de su valle de ascendencia?
-David: La primera imagen que me viene es la de mi abuelo, Genio, el de Camijanes, cantando todo el día en la cocina, en la cuadra, en el 'prau'.
-Fernando: Cuando nos llevaba subidos en el carru 'a la yerba' iba silbando. Éramos unos enanos.
-La casa de su abuelo estaba abierta a todo el mundo y por allí desfilaban la gente del folclore.
-David: Iban mucho Nando, El Asturiano, uno de su mejores amigos, El Malvís, Sergio Agüeros. gente de todas las generaciones.
-Fernando: Es una persona que invita a comer a todo el mundo. Su casa siempre está abierta.
-¿Se ha hecho justicia con su abuelo?
-David: Todo el mundo le conoce en Cabuérniga, en el Nansa, en Liébana. No ha sido profesional, pero le conocen. Lo que más le importa es el cariño de la gente.
-Fernando: Para nosotros es un orgullo. Al principio la gente nos conocía como los nietos de Genio, y nos venían dar la mano. Estamos preparando un disco en el que él será el protagonista.
-Ustedes aprenden a tocar en la escuela de folclore de Santander.
-David: En 1995 se inauguró la escuela y yo aprendí el rabel teniendo como profesor a Chema Puente, y el segundo año, empecé con el tambor con Moisés Serna.
-Fernando: Yo me apunté a la gaita y me impartió las clases Roberto Diego, y también al requinto, con Paco San José y Joaquín Arnaiz. En Asturias también aprendí la técnica de la gaita con José Manuel Tejedor.
-Han tenido unos maestros contrastados. ¿Y cómo dan el paso a las actuaciones en directo?
-David: Empezamos en 1998 sin nombre artístico. Tocamos en romerías, verbenas, fiestas. Combinábamos el dúo gaita y tambor, y el requinto y tambor. Empezaron a crecer las actuaciones, entre 35 y 40 al año, y es en 2001 cuando tomamos el nombre de Sones del Nansa.
-¿Variaban el repertorio en función de la gaita o el requinto?
-Fernando: Claro. Como piteros tocábamos montañesas, alguna habanera, mientras que con la gaita podías interpretar rumbas, valses, pasacalles, asturianas y muñeiras.
-En el valle del Nansa, la gaita es el instrumento 'rey', ¿no?
-David: La gaita se toca en el valle del Nansa desde hace más de un siglo. No entramos en otros debates que no conducen a nada.
-Existen versiones contradictorias: hay quien afirma que es más difícil tocar el requinto, y quien sostiene que es más complicada la gaita.
-Fernando: Tocar bien y con gusto la gaita es difícil, más que el requinto que tiene otra embocadura y diferente digitación. A mí me han influido como gaitero José Manuel Tejedor, Carlos Núñez, que es un genio, y Roberto Diego, porque ha sacado a la gaita del hoyo en el que se encontraba.
-¿A qué tipo de público se dirigen cuando se juntan con el grupo de El Malvís, Alegría Cántabra?
-David: A gente de todas las edades, desde mayor a críos. En Alegría Cántabra la diferencia radica en las voces de El Malvís, Puri Díaz y Gloria Romano. En el espectáculo, llegamos a cantar los cinco 'a capella'. Sones del Nansa es un proyecto instrumental.
-El folclore tiene dificultades para entrar en un mercado joven, salvo alguna excepción como los Hermanos Cosío y Tanea. ¿Alguna solución?
-David: El folclore es lo puro, lo auténtico, mientras que el folk, si se hace con acierto, ayuda a darle una cierta evolución.
-Fernando: La gente sigue equivocada con lo celta, porque muchos de los grupos punteros 'folkis' de Cantabria se han inspirado en la tradición como Luétiga, Saltabardales, Cambera' l Cierzu. En el Trofeo Macallan de Lorient, en la Bretaña francesa, Galicia y Asturias son admitidas como naciones celtas, mientras que los gaiteros cántabros no podemos competir porque no nos consideran celtas.
-A la gente joven le atrae la gaita, que es como el instrumento rockero del folk.
-David: La gaita es más juvenil que el requinto y los chavales que les gusta el folk y el folclore sienten pura atracción por el instrumento que es como más rockero.
-Fernando: Los datos así lo atestiguan en las escuelas de folclore. La gente se matricula mucho más en las aulas de gaita.
Diariu Montañés-Santander

Entrevista al cantante asturianu de tonada Genio de Camijanes

Aprendió a leer y escribir en su mili africana. Antes había trabajado desde los seis años en el campo como pastor. Desempeñó otros oficios en una familia en la que él era uno más de 17 hermanos. Una de las cosas que tiene más claras en la vida es que nació para cantar y presume de ser el único cantador de Cantabria que se acompaña de la gaita. La influencia asturiana en la comarca del Nansa es una evidencia, argumenta, pero se considera "cántabru" y español y domina la tonada y la canción montañesa «como se cantaba antes». Eso no quita para que Genio, el de Camijanes conozca la tonada asturiana y la cante a su manera. Todavía se escucha su voz de leyenda en los mercados de los lunes en el ferial de La Serna de Potes. Es todo un personaje. Y sus nietos del grupo Sones del Nansa le preparan un homenaje en forma de grabación, en la que su abuelo es el gran protagonista.
-En su casa eran muchos. ¿Había alguien que cantara?
-Fuimos 17 hermanos porque mi padre se casó dos veces. Él no tenía afición por el cante, pero a mi madre Andresa le gustaba bailar y tocaba la pandereta. Lo que si le puedo decir es que yo he cantado desde que nací. Sin cantar no hubiera podido vivir porque aquellos tiempos fueron duros.
-Y usted defiende el estilo antiguo.
-Lo que me va es como se cantaba antes. En estos años han cambiado los sones y las letras. Nuestras raíces hay que cuidarlas, y aunque sea tan español como cualquiera, Cantabria es mi tierra.
-¿Le iba a buscar ya de pequeño para cantar en romerías?
-Me iba a buscar para cantar con 6 o 7 años. A esa edad ya cuidaba las ovejas.
-¿Fue a la escuela?
-No pude estudiar. Era analfabeto y con 22 años aprendí a leer y escribir en Marruecos.
-¿Allí hizo la mili?
-Sí, allí hice la mili, en Tetuán que era un protectorado español. Firmaba con el dedo y un sargento me enseñó y salí de la ignorancia. Mire, éramos muchos hermanos y había que ganar dinero. Los chicos trabajaban en las casas de los pueblos de la comarca, mientras que las chicas iban a servir en casas de familias bien situadas de Madrid, Valladolid y Santander. A mí me tocó el oficio de pastor, luego trabajé en Saltos del Nansa como pinche. No había tiempo para ir a la escuela.
-Usted trabajó fuera de Cantabria.
-Estuve seis años en una serrería del País Vasco y otro tiempo de guardamontes en Galicia. Como el sueldo era insuficiente regresé a Camijanes y continué con la ganadería.
-Defiende con ardor la tonada montañesa, pero no se pueden poner puertas al mar y la influencia asturiana es acusada en el valle del Nansa, en Liébana, en Val de San Vicente...
-Por aquí se toca la gaita desde que tengo uso de razón. Hay poca tradición de piteros, pero se canta la canción montañesa. Me he acompañado de un gaitero, primero de mi hijo Luis González, que se forjó en Asturias, y en estos últimos años de mi nieto Fernando, que es componente de Saltos del Nansa. Me arreglo bien con él. Y créame, la canción montañesa es muy difícil con la gaita. Soy el único cantador que lo hace en Cantabria.
-¿Existen registros sonoros de usted?
-Aparte de los que he hecho con Sones del Nansa, recuerdo con mucho cariño una visita de Jesús García Preciado hace 25 años a mi casa. No olvidaré jamás que me grabó acompañado por mi hijo Luis a la gaita 'Callejuca, callejuca'.
-Un clásico que han grabado Lines Vejo y hasta Roberto Diego en su disco 'Gatu Malu'.
-Es muy bonita. Lo que quiero es mi voz y mi cante permanezcan antes de irme de este mundo. Por eso me están grabando un disco mis nietos de Sones del Nansa.
-¿Me habla de un disco homenaje?
-Podríamos llamarlo así. Me vienen a buscar en coche y me llevan a un estudio de Santander, y a veces me hacen repetir las canciones. Creo que he grabado hasta la fecha ocho canciones, en una me ha acompañado Fernando con la gaita, en otras cantamos los tres, y en el resto estaba solo. Me han comentado que piensan añadir el rabel, el pito y el tambor. Quiero dejar mi voz antes de que me muera porque me duele mucho que se apague nuestra cultura. La canción es poesía, es lo cotidiano, lo que pisamos, lo es todo. Lo antiguo no tiene fecha de caducidad y mi deseo es que se conozca como se cantaba antiguamente.
-¿Recupera algún estilo?
-Por ejemplo la 'tonadona' purriega que es una canción maravillosa, auténtica de la Cordillera.
-Genio, usted no me parece una persona intransigente y creo que el mensaje que quiere transmitir es que se deben conocer las bases del canto tradicional antes de hacerse modificaciones.
-Exactamente. Claro que se pueden hacer cambios, pero lo primero que tienen que hacer es como se cantaba antiguamente y eso no se aprende en una escuela de folclore. Ya sé que a veces digo cosas un poco fuertes, pero usted puede eliminar las frases que considere inoportunas.
-En absoluto. Además expresa muy bien sus ideas.
-Le voy a contar una anécdota, ¿sabía que me echaron de dos coros? Pues me echaron porque decían cantaba muy anticuado, demasiado de pueblo.
Diariu Montañés- Santander

El primer campanu d'Asturies sal nel Ríu Nansa

Roberto Gutiérrez, de 34 años, foi el pescador qu'echó per tierra al primer salmón de la temporada pescáu n'Asturies. Foi nel cotu 'El Bejar' del ríu Nansa nes Asturies de Santiyana. La pieza pesó 5,470 kilos, pola que Antonio Núñez, dueñu del restorán Bar del Puerto, en Santander, pagó-y 2500 euros. Esti campanu tamién lo foi de tol Cantábricu. El salmón lu pañó Roberto alredor de les trés la tarde, prácticamente hora y media depués d'echar la caña a cuchariella. La pieza picó'l señuelu nel nomáu 'pozu Bejar' y los sos compañeros de cuadrilla Ángel Fernández y Román Gutiérrez, ayudáronlu pa concluir el trabayu. El salmón, según señalen, carez de 'chip' ye de repoblación. Ésti ye'l segundu 'campanu' qu'obtién Roberto, criáu en Vargas a la vera del ríu Pas y fíu de dos grandes pescadores como Román y 'Gelín el Pasiegu', resspectivamente. L'anterior sacólu en 2001, nel tramu abiertu del Pas en Renedu. La tradición de pescar el campanu ye mui popular y enraigonada en toles Asturies y esta vez l'honor de pescar el primer salmón d'Asturies ye pal Ríu Nansa y pal pescador pasiegu Roberto Gutiérrez.