viernes, 16 de septiembre de 2011

Asturias de Tresmiera celebró a la so patrona la virgen de la Bien Aparecida.






Asturias de Tesmiera celebró el pasado 15 de septiembre a su patrona, la Bien Aparecida, la Virgen del valle del Asón. El obispo de Santander, Vicente Jiménez, pidió ayer a la Virgen Bien Aparecida promover la conversión social y moral y favorecer la cultura de la seriedad y sobriedad. «Ante la crisis económica es urgente introducir la cuestión moral en la política», afirmó el prelado durante la homilía pronunciada en el santuario de la patrona de Tresmiera, en Hoz de Marrón, ante miles de personas. Una intervención en la que, ante los principales líderes políticos de la región, pronunció palabras como «sacrificio», «austeridad», «solidaridad» para hacer frente a la «crisis económica y social persistente».
Y es que Vicente Jiménez tuvo palabras para todos los presentes, pero en este año, el primero de Ignacio Diego en la Presidencia regional, quiso dirigirse especialmente a todas las autoridades para recordar que en estos momentos «todos debemos ser solidarios y ayudarnos unos a otros». Incluso, minutos antes de empezar la ceremonia, el obispo hizo hincapié ante un grupo de periodistas de que en estos momentos tan convulsos debe «imperar la sobriedad y la ayuda de unos a otros».
La eucaristía fue el acto central de la jornada en honor a la patrona de Tresmiera, una fiesta que reúne año tras año a miles de personas. La de ayer fue una jornada cálida y no sólo en lo meteorológico. Desde muchos puntos de Las Asturias los fieles madrugaron para llegar a tiempo hasta el santuario y asistir a todos sus actos, sobre todo, a la misa en la que participaron los sacerdotes de las parroquias de la zona y este año, además, un religioso encargado de traducir toda la ceremonia a la lengua de signos para que las personas sordas que asistieron no se perdieran ni un sólo detalle.
La misa concluyó con cantos y danzas asturianas en honor a la Bien Aparecida, con el tradicional baile de Los Picayos y el del Pericote, a cargo del grupo La Robleda, el coru ronda La Fuentona y el grupu de gaitas Tras las Rozas. El cartero de Correpoco, con su canto de alabanza a La Tierruca y a la Virgen, puso el broche final a la ceremonia que había comenzado con una procesión alrededor de la campa. El pasado 9 de septiembre La Montaña celebró también a su patrona, la Virgen de Covadonga, en la vieja Cantabria, patrona de todas Las Asturias, con una procesión por las calles de Santander a los sones de las gaitas y los picayos.

Fiestas de San Ciprianu en Cartes (Asturias de Santiyana)







La localidad asturiana de Coizucos celebra las fiestas de San Ciprianu, una tradición que se remonta a los tiempos del rey de Asturias Don Fruela II. El Concejo de Cartes perteneció siempre al Obispado de Oviedo hasta fines del siglo XVIII a través de su iglesia principal, la del monasteriu de Santa María de Yermu. La fiesta de san Ciprianu tiene un origen ganadero. Desde que el hombre es ganadero celebra romerías de 'prau' y no cabe ninguna duda de que hoy, la más auténtica, la seña de identidad de esas romerías, se celebra en Cohicillos, en Cartes. La fiesta, anterior a la ermita, datada en el siglo X, es una celebración que, como tantas otras, se cristianiza, al tener orígenes anteriores, paganos, ligados a la veneración a los frutos de la tierra y a la bajada del ganado de los montes en estas fechas del año.
Desde siempre se reunían los ganaderos, pastores y los vecinos, y celebraban estas fiestas. Por eso en el Reino de Asturias ya antes del siglo X se tiene constancia de ese tipo de reuniones, que después se repetirán bajo la advocación de San Ciprianu, como protector del ganado.
En cuanto al lugar, bien se puede decir que la pradera de San Ciprianu, en la era cristiana, es un sitio predestinado a la unión sagrada entre el antiguo concejo de Coizucos y el santu, para obtener así el favor de la divina protección. El hecho de que la fiesta esté ligada a los frutos de la tierra queda patente desde la Edad Media, época en la que era costumbre en la comarca 'subir la cuba al santu' con alimentos y bebidas que se ofrecían al patrono, antecedente de las peregrinaciones romeras que hoy se celebran.
Entre tiempos de mayor confluencia de peregrinos, tiempos de menos, e incluso alguna época en la que no pudo celebrarse, es a mediados del siglo XX cuando se recupera y se extiende la ascensión imparable de la romería montañesa de San Ciprianu, pasando de ser una fiesta local a tener un carácter mucho más regional, e incluso, en los últimos años, con más calado, como demuestran los esfuerzos de instituciones y vecinos por verla declarada Fiesta de Interés Turístico, algo que pronto será una realidad, posiblemente el año próximo. De momento, este año se celebrará aún como Fiesta de Interés Turístico Regional.
La romería en honor de San Ciprianu, patrono de Cartes, se realiza cada 16 de septiembre, con los romeros ataviados según la vieja usanza, vistiendo blusón y calzando albarcas de madera de tres patas, calzado protagonista del día de hoy.
En la procesión, los peregrinos recorren los 10 kilómetros que separan los Torreones de Cartes, punto de partida, y la ermita de la pradera, ya en el alto de San Ciprianu.