lunes, 24 de noviembre de 2014

AXENCIA DE NOTICIES CPN: Atopen un nuevu castru pre-romanu n'Asturies

AXENCIA DE NOTICIES CPN: Atopen un nuevu castru pre-romanu n'Asturies

Paisaje e historia en la Asturias de Santiyana

Paisaje e historia en la Asturias de Santiyana


Mariola Riera



Paisaje e historia en la Asturias de Santillana



En el pequeño y coqueto pueblo de Cóbreces (Asturias de Santiyana) apenas llegan al millar de habitantes. Pero esto no quita para que en su territorio se levante una imponente abadía de la orden de Trapa y, a su lado, una no menos llamativa iglesia cuyo diseño se inspiró en la catedral de la ciudad alemana de Erfurt. Ambos edificios –de estilo neogótico y financiados por adineradas familias de Cóbreces a finales del XIX y principios del XX– destacan sobremanera en un pueblo que se extiende a orillas del mar Cantábrico entre verdes praderas sobre elevados acantilados.

Perteneciente a la comarca histórica de Asturias de Santillana (que se extendía de Llanes a Santander), Cóbreces forma parte del Alfoz de Lloredo, cuya capital, Novales (a unos 20 minutos hacia el interior por una carretera comarcal), es conocida como el pueblo de los limones por lo bien que se dan los cítricos gracias a su microclima. De hecho, la entrada al Ayuntamiento está presidida por dos exuberantes naranjos.

Además de por el citado patrimonio religioso y por un buen puñado de casonas señoriales y palacios, Cóbreces tiene una bonita playa, la de Luaña, con un par de bares y aparcamiento amplio. Su mayor atractivo es en marea baja, cuando se pueden dar estupendos paseos de una punta a otra del arenal, enclavado entre acantilados. Precisamente los acantilados son el principal atractivo de Toñanes, que cae cerca de Cóbreces, en sentido Santander por la carretera regional CA-131. Hay varios senderos en buen estado para disfrutar de las vistas al mar, al que se puede llegar a través del camino que desciende hasta el molino El Bolao, ahora en ruinas y famoso por la cascada que en invierno se forma en sus inmediaciones, en la desembocadura del arroyo de La Presa.

Si lo que se busca es tranquilidad, Toñanes es un buen lugar para alojarse, tanto por sus acogedores hoteles (el Palación de Toñanes, por ejemplo, se ubica en un edificio del XVIII y dispone de un amplio recinto en el que se crían ciervos) como por su buena ubicación para conocer toda la zona. 

Los pueblos del Alfoz de Lloredo, pese a su belleza y riqueza patrimonial y natural, son quizás los grandes desconocidos de una comarca muy atractiva que alberga enclaves de gran tirón turístico como son las cuevas de Altamira y Santillana del Mar (a 8 kilómetros de Toñanes), Comillas (a 9 kilómetros), San Vicente de la Barquera y la famosa playa de Oyambre, en el parque natural del mismo nombre y con dos kilómetros de arena e interminables dunas.



LA NUEVA ESPAÑA - 20-SETP-2014
Uviéu (Asturies d'Uviéu)



Atopen un nuevu castru pre-romanu n'Asturies

Los arqueólogos Javier Marcos y Lino Mantecón identifican el recintu amuralláu y inician la excavación del yacimientu de El Cinchu nel Conceju de Santiyana.

SANTANDER (ASTURIAS DE SANTIYANA). Los trabajos arquelógicos desarrollados en los últimos meses por los arqueólogos Jav ier Marcos Martínez y Lino Mantecón Callejo en la localidad de Yuso (municipio de Santiyana) han permitido descubrir un nuevo yacimiento que, por su ubicación, puede corresponder con el asentamiento principal de los antiguos blendios, una de las tribus cántabras prerromanas citadas por las fuentes clásicas.
El hallazgo y las primeras investigaciones han sido puestas en conocimiento y autorizadas por la Consejería de Cultura de Santander, al tiempo que han generado grandes expectativas en círculos científicos ya que, hasta la fecha, son escasos los testimonios de esta naturaleza y con esta cronología que se conocen en el litoral Cantábrico, a diferencia de lo que sucede en el interior, en la zona de transición a la meseta donde se han localizado los principales episodios bélicos de las Guerras Asturcántabras (29-19 antes de Cristo).
En la primavera de este año 2014, estos arqueólogos profesionales identificaron un castro protohistórico en uno de los montes costeros próximos a la villa de Santiyana del Mar (dos km en línea recta). El hábitat castreño de los antiguos cántabros se localiza en la cumbre denominada El Cinchu (topónimo cingulum: cinturón en latín), próximo al barrio de Yuso.
El lugar conserva vestigios de un recinto amurallado a modo de caballón. Se trata de un lomo artificial de 5 o 6 metros de ancho, que llega a alcanzar los 2 m de alto, y que circunda íntegramente la cumbre del alto, conser vándose también una segunda línea de fortificación.
Este hallazgo fue inmediatamente comunicado a la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria; así como, a especialistas en esta cronología histórica, quienes corroboraron su valor e interés cultural. Como consecuencia de la importancia del hallazgo, los arqueólogos obtuvieron permiso de intervención arqueológica y subvención en la convocatoria de actuaciones de la Consejería de Cultura de Santander. Los trabajos arqueológicos con objeto de caracterizar esta antigua población de la Edad del Hierro han sido posibles gracias al permiso de la propietaria de los terrenos Ángela Sáez Gómez y familia, quienes han facilitado –e incluso animado– la ejecución de las labores de investigación arqueológica.
El Cinchu es uno de los escasos castros costeros encontrados en Asturias de Santiyana, que son tan usuales en  Asturias de Oviedo. Se trata, por tanto, de una estación arqueológica singular en cuanto que se ubica en un territorio hasta el presente vacío de este tipo de manifestaciones. Un enclave, que quizá pueda ofrecer pautas de reconocimiento de otros asentamientos costeros de esta misma cronología.

Su ubicación tiene un alto valor estratégico. Desde el castro se domina un amplio horizonte que abarca, cuando está despejado, más allá de la ciudad de Santander, toda la costa occidental hasta el límite con Asturias de Oviedo y los valles del interior, especialmente el Besaya.
Las labores arqueológicas desarrolladas, muy modestas a juicio de los directores de la inter vención, han concluido este mes. Los resultados obtenidos son valorados como extremadamente interesantes, ya que han certificado que se trata de un castro de grandes dimensiones, posiblemente un oppidum, ya que supera las 6 hectáreas de extensión. Hasta la fecha, es el mayor hábitat castreño de la cuenca del Besaya. Esto ha llevado a formular la hipótesis de que este lugar corresponda con el bastión principal del pueblo  de los blendios, que dio nombre al célebre Portus Blendium, mencionado por el autor latino Plinio y tradicionalmente identificado por los investigadores como Suances o algún punto de sus inmediaciones. El Cinchu está apenas a seis kilómetros de Suances.
Igualmente, durante la excavación se han encontrado materiales muebles que sitúan la estructura defensiva en un contexto evidente de la Prehistoria reciente, tales com cerámica de pastas negras e industria lítica.
Se cree que El Cinchu no es un castro más a sumar al cómputo de asentamientos castreños protohistóricos. Es, quizá, el único castra en Asturias  cuyo acceso es posible mediante calzada asfaltada. Los responsables de los trabajos arqueológico desean por el momento mantener la cautela y centrarse en tratar de precisar una caracterización arqueológica y científica más doc umentada para el yacimiento, aunque para ello son conscientes de que la investigación debe tener continuidad y respaldo.
Marcos y Mantecón deben presentar los resultados de esta primera campaña a finales de este mismo mes a la Consejería de Cultura, que este año les ha apoyado con una reducida aportación económica lo que ha determinado el alcance del periodo y tamaño de la excavación arqueológica.
El propósito de estos arqueólogos es proseguir investigando en 2015 y aunar esfuerzos para desarrollar un proyecto de arqueo-desarrollo en el que se impliquen las distintas administraciones e incluso capital privado.
Por la proximidad a Santiyana del Mar, porque se puede tratar de un emplazamiento principal de los blendios y por las condiciones del enclave, El Cincho está en condiciones de convertirse en un nuevo activo para el turismo cultural en la región.