Los trabajadores de tele-Areces (TPA) debaten ir a la huelga. El paro serviría también para denunciar y visivilizar la situación insostenible que se vive en el interior del antiguo convento anexo a La Laboral.La RTPA nació hace tres años. El mismo Vicente Álvarez Areces proclamó su carácter de servicio público al servicio de la ciudadanía y afirmó que la RTPA crearía empleo estable y de calidad.La RTPA se estructuró desde su nacimiento con una plantilla de alrededor de 100 trabajadores seleccionados a partir de una convocatoria pública de empleo. Con esta pequeña plantilla la RTPA configuraba el esqueleto del proyecto a partir del cual colgar todo el entramado de productoras que en la actualidad la visten.A día de hoy la RTPA, financiada casi al 100% con dinero público, no sólo no ha creado empleo estable y de calidad sino que fomenta todo lo contrario. Muchas de sus subcontratas no cumplen ni siquiera el Estatuto de los Trabajadores. Contratos eventuales y fraudulentos, jornadas sin horario, sueldos que no llegan en muchos casos a los 12.000 euros anuales, festivos y horas extra sin remunerar... A todo ello se suma el miedo instalado entre los propios trabajadores a emprender cualquier tipo de protesta, la indefensión y la desinformación cuando no la pasividad y el aislamiento.Pero la precariedad no sólo está instalada en las subcontratas. También la política de la RTPA ante la necesidad de aumentar la plantilla al poco de comenzar las emisiones fue la contratación basura. La contratación temporal y los contratos fraudulentos fueron la tónica dominante de tosdos los nuevos empleados.En la actualidad la RTPA ha iniciado un proceso de externalización de departamentos hasta ahora propios mediante licitaciones cuya trasparencia nadie controla. Esto está sacando a los trabajadores temporales de la plantilla y cediéndolos a las nuevas empresas que se adjudican los nuevos servicios privatizados. Bajada de sueldos y pérdida de derechos tanto laborales como sindicales es el resultado de estas operaciones.Como servicio público la RTPA deja también bastante que desear. Sus informativos están dirigidos por los intereses del PSOE y el guión de algunos programas se escribe desde las consejerías. Como ejemplo paradigmático sirva la aparición en plena campaña electoral de Vicente Álvarez Areces como comentarista deportivo al final del último partido de liga del Sporting, sentado frente a un micro, allí donde hasta ahora sólo habíamos visto hablar a jugadores y entrenadores. También a lo largo de estos 3 años algunos de sus periodistas han sido llamados al orden cuando la autocensura no ha sido suficiente para controlar el discurso.El comité de empresa de la RTPA está formado por 5 delegados de CCOO, 2 de USO y 2 de UGT. El último convenio colectivo sólo fue firmado sin someter a la plantilla a votación por los delegados de CCOO. Curiosamente un mes después estos 5 delegados fueron premiados con un cargo de responsabilidad cuya cuantía asciende a 1000 euros más al mes. También tras la firma del convenio comenzaron las externalizaciones y la reducción de plantilla. El silencio cuando no la colaboración son la respuesta por parte del comité de empresa a la situación creada hasta el punto que se niega a convocar asambleas aún siendo demandadas por los trabajadores.Resumiendo: la RTPA es una tarta bien gorda de la que se sirve Tinín y el PSOE para perpetuarse en el poder y que sirve al mismo tiempo para repartir entre sus colegas y afines políticos una buena tajada de dinero público, así como tener silenciados a todos los medios de comunicación que reciben la porción necesaria para alimentar esta complicidad.
domingo, 14 de junio de 2009
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