La decisión del presidente de Asturias, Francisco Álvarez Cascos, de adelantar los comicios autonómicos convierte a Asturias en la primera Nación histórica que protagoniza ese anticipo electoral.
Las trece autonomías no históricas -todas menos Andalucía, País Vasco, Cataluña y Galicia- han celebrado siempre juntas las elecciones a sus parlamentos, en coincidencia con las municipales.
Mención aparte merece la comunidad de Madrid, donde tras las elecciones del 25 de mayo de 2003 se produjo una crisis institucional sin precedentes debido a la ausencia voluntaria de dos diputados socialistas: los tránsfugas Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, que impidieron la investidura del socialista Rafael Simancas.
Tras cumplirse el plazo de dos meses desde la primera votación de investidura sin que ningún candidato obtuviera la confianza de la Asamblea, el presidente en funciones, Alberto Ruiz Gallardón, convocó nuevas elecciones para el 26 de octubre de ese año, en lo que fue la legislatura más corta de la democracia española.
Respecto a las comunidades históricas, en el País Vasco, el entonces lehendakari, José Antonio Ardanza (PNV), disolvió el Parlamento y adelantó al 30 de noviembre de 1986 las elecciones que debían de haberse celebrado en 1988.
Otro adelanto electoral tuvo lugar en esta misma comunidad cuando el lehendakari Juan José Ibarretxe anticipó al 13 de mayo de 2001 unos comicios que correspondía celebrar en octubre 2002.
En esa ocasión, Ibarretxe superó dos mociones de censura por parte del Partido Popular (PP) y el Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE).
En Cataluña también se adelantaron las elecciones autonómicas en dos ocasiones.
La primera en marzo de 1996 cuando el entonces presidente de la Generalitat, Jordi Pujol (CiU), anticipó al 19 de noviembre de 1995 los comicios que deberían haberse celebrado en marzo de 1996.
En 2006 fue su sucesor Pascual Maragall (PSC-PSOE) quien adelantó las elecciones para el 1 de noviembre de ese año, tras la salida de ERC del gobierno tripartito, cuando la fecha prevista era otoño del año siguiente.
En el caso de Andalucía sólo una vez se han adelantado elecciones. Se fijaron para el 3 de marzo de 1996 -en coincidencia con las generales- cuando tenían que haberse celebrado en junio de 1998.
Por segundo año consecutivo, el presidente de la Junta, Manuel Chaves (PSOE), no había logrado aprobar los presupuestos para su comunidad.