miércoles, 14 de noviembre de 2012

Nueva estatua al rei Pelayu en Cosgaya


La nueva estatua al rei Pelayu en Cosgaya 

recibe crítiques


Hace casi un año, las autoridades autonómicas de Cantabria le erigieron una estatua a 
Don Pelayo en Cosgaya, en un intento por convertir en una realidad de piedra lo que no
es más que una leyenda o afirmación sin ninguna base histórica: situar el lugar de
nacimiento del primer rey de Asturias en esa pequeña localidad llebaniega.

Esa "leyenda", si es que puede llamarse así a una ocurrencia surgida de la
pluma de un periodista del siglo XIX, ha sido recogida, amplificada y vendida
a la ciudadanía como cierta por parte de un importante sector del
provincialismo santanderino  hasta hace poco.

De hecho se convirtió, junto con el presunto (y falso) origen en la provincia de
Santander del idioma castellano, en una de las patas en las que se apoya
la idea (y su reflejo político) de que Cantabria es la "raíz de España". 

Sobre lo que se sabe acerca del origen (el de verdad) de Pelayo también trataremos en
otra ocasión, aunque podemos adelantar aquí que no hay ni un solo indicio, por no hablar
de evidencias, que lo sitúen en Cosgaya; ni siquiera en Liébana: ni una sola de las
 fuentes escritas, directas e indirectas, del siglo IX en las que se le menciona apunta
en ese sentido. 

En la estatua y en el rigor con el que ha sido recreada la imagen de un noble guerrero
peninsular de las primeras décadas del siglo VIII de nuestra era el trabajo no ha sido
muy acertado y tampoco refleja en su indumentaria la realidad de aquella época.







sábado, 10 de noviembre de 2012

El PP plantea yá la reducción y fusión de Comunidaes Autónomes




El PP plantea y prevé yá abiertamente una reducción nel númberu de les excesives comunidaes autónomes del Estáu Hespañol y la so fusión ente elles p'algamar un númberu non superior a diez. La supresión de les Comunidaes Autónomes uniprovinciales, onde por ciertu nun esisten Diputaciones Provinciales, ye ún de los planteamientos que tien más pesu dende hai yá abondos años nes ponencies de reforma alministrativa de los goviernos del PP y una de les propuestes principales de la fundación FAES que dirixe José María Aznar. La supresión de Comunidaes Autónomes de poca población ye otra de les desixencies del nacionalismu catalán pa pautar con Madrid una previsible reforma constitucional onde se nomen caúna de les futures Comunidaes o Estaos Federaos que sobrevivan a la poda y al recorte. Rioxa, Murcia y Madrid desapaeceríen, como Estremadura con un pesu económicu insuficiente pa la so propia autofinanciación, que s'integraríen en Castiella. Nel norte Asturies y Cantabria pasaríen a formar un solu Estáu Federáu de Les Asturies o Asturies de Cantabria, como se propón, recuperando y reunificando los teritorios histórcos del Reinu d'Asturies. Lo mesmo que Navarra que recuperaría los sos territorios costeros incorporaos nel sieglu XI (les trés bascongaes). Los archipiélagos pel so llau caltendríen pola so naturaleza una autonomía federada pero cola supresión de los polémicos cabildos.Ceuta y Melilla tendríen un Estatutu especial pero dependeríen fiscal y financieramente d'Andalucía. La propuesta federal del PSOE implica que cada territoriu s'autofinancie colos sos propios impuestos y recursos fiscales pudiendo subir o baxar impuestos dientro d'una cuota del 30% del total. Estáu Central y Ayuntamientos controlaríen pel so llau impuestos federales y locales que sedríen iguales a tol territoriu federal. Nengún Estáu Federáu tendrá menos de 1,5 millones d'habitantes, mínimu necesariu pa l'autofinanciación federal y pa la so sobrevivencia y viabilidá económica.






jueves, 1 de noviembre de 2012

Entama un Nuevu Añu Celta.






El primer día de payares o noviembre todos nos acordamos de nuestros finados y acudimos a los camposantos a rendirles culto, ponerles flores y ramos, desearles un feliz año nuevo, mientras la víspera los nenos se antroxan y piden dulces por el vecindario, mientras las casas se decoran con calabazas o otros frutos  vacíos iluminados por dentro. Este es uno de los mejores ejemplos de tradiciones de ida y vuelta: la fiesta de las ánimas, de la Santa Compaña, una celebración de origen celta, presente en prácticamente toda Europa, y que viajó a América de la mano de las sucesivas migraciones europeas pero que hoy retorna al viejo continente envuelta en el consumo y el márquetin que caracterizan a la sociedad actual. El Halloween que nos quieren vender  es en realidad la vieja celebración céltica de Samain pero debidamente maquillada por el afán consumista de nuestro tiempo.

Los celtas sólo distinguían entre dos estaciones (verano e invierno), Samhain (que significa etimológicamente ‘el final del verano’) representaba el comienzo del hinvierno. Se acababa el tiempo de las cosechas y a partir de entonces los días iban a ser más cortos y las noches más largas. Nuestros antepasados celtas celebraban importantes festivales para dar la bienvenida al Año Nuevo. Al anochecer de cada 31 de octubre (ya 1 de noviembre para los celtas, pues el nuevo día arrancaba con la puesta del sol), la costumbre era dejar comida y dulces fuera de sus casas y encender fogueres y velas para ayudar a las almas de los muertos a encontrar el camino hacia la luz y el descanso junto al dios Sol, en las Tierras del Verano. En la noche de Samain los vivos y los muertos podían comunicarse. Las barreras que los separaban desaparecían en aquel momento mágico. Lo bueno era que los espíritus de los antepasados podían aconsejar a los vivos sobre el futuro, pero lo malo era que también se convocaban a los espíritus maléficos. Por eso, los druidas ordenaban encender hogueras para ahuyentar a estos últimos.

La romanización de los pueblos celtas y la evangelización de los nunca romanizados, como Irlanda, la religión de los druidas llegó a desaparecer, pero el primitivo ‘Samhain’ pudo sobrevivir al paso del tiempo conservando gran parte de su espíritu y algunos de sus ritos. Con el cristianismo, esta vigilia pasó a llamarse ‘de Todos los Santos’, en inglés, “All Hallow´s Eve”, de donde va a derivar la expresión actual ‘Hallowe’en’.

El Halloween moderno mantiene la vieja tradición de dejar comida para los muertos, hoy representada en los nenos que, antroxaos o disfrazados, van de casa en casa, pidiendo aguilandu o dulces. Parece ser que los druidas celtas recogían alimentos por las casas para realizar ofrendas a la divinidad y que llevaban consigo una gran calabaza con carbones encendidos dentro, representando al espíritu que les daba poder. A finales del siglo XIX, los irlandeses introdujeron esta fiesta en América y bautizaron a la calabaza como Jack el que vive en la lámpara o Jack O’Lantern.

Halloween es hoy una fiesta muy internacional. Poco tiene que ver ya con los rituales de los druidas, vates o bardos. Se trata sólo de una excusa más para el negocio de bares y discotecas, el consumo y la  venta de disfraces  o  bebidas y el espectáculo. Se vive como un antroxu o carnaval más, eso sí, especificado en temática de muertos o de terror.

Sin embargo, muchos países celtas  conservan el espíritu y la referencia del Samain: no sólo es el nombre en gaélico irlandés del mes de noviembre, sino que todavía hoy durante la noche de Samain se prenden grandes fogueres y se encienden velas y luminarias en las que el vecindario arroja los trastos viejos que acumula en sus casas. Es el principio de una nueva etapa, de un año nuevo, donde se quema lo viejo y se apuesta por renovar y revivir lo nuevo, el futuro. Esa es la forma actual en la que los celtas recibimos con alegría y celebración nuestro Añu Nuevu.


FELIZ AÑU NUEVU CELTA A TOES Y TOOS.
FELIZ PAYARES.