jueves, 27 de septiembre de 2012

La Virxen de Cuadonga de Ciellaperlata (Autrigonia)





La imagen de la Virgen de Nuestra Señora de Covadonga podemos encontrarla en Ciellaperlata (Autrigonia) actual provincia de Burgos. Ciellaperlata está situada entre Trespaderne y Oña, a la salida del desfiladero de La Horadada, por el que transcurre el rió Ebro desde el valle de Valdivielso al de Tobalina. Es un sitio muy pintoresco al Norte de los montes de Oña. El nombre de Ciellaperlata, aunque de origen muy antiguo y significar granero (ciella, cellero) muy amplio (perlata), “ciella o granero del convento” en clara alusión a la importancia del monasterio de San Juan de la Hoz y al influjo y señorio ejercido sobre las gentes de la comarca. La parroquia fue desde el principio monasterial y estaba constituida por dos barrios: Ciellaperlata de Arriba (La Revilla) en torno al monasterio, y Ciellaperlata de Abajo, donde está la hermita de Nuestra Señora de Covadonga, hoy convertida en parroquia al desaparecer el siglo pasado el monasterio. El nombre de Covadonga, digamos de paso, significa “Cueva de la Señora” y no cueva longa o larga, como dicen algunos.

¿Cómo y por que la imagen de Nuestra Señora de Covadonga en este pueblo burgalés? ¿Cuál es el origen de esta advocación en este lugar evocando el santuario asturiano? Desde el punto de vista histórico y religioso tres temas interesantes, y probablemente entre sí relacionados, suscita el nombre de Ciellaperlata: el monasterio de San Juan de la Hoz, Nuestra Señora de Covadonga y la Virgen de Encinillas o del Negro Día. El primero y principal es el célebre monasterio, uno de los de más vieja mención en nuestra historia, de origen probablemente prerrománico y con muchos restos románicos, que da origen al de Oña, según el trabajo de investigación antes mencionado.
Y en segundo y tercer lugar las ermitas e imágenes de Nuestra Señora de Covadonga y de Nuestra Señora de Encinillas o del Negro Día, con su curiosa leyenda de la batalla de la Horadada, que hace alusión a lo del negro día y que recoge en un artículo el Padre Herrera Oria. Es de notar que ambas advocaciones están relacionadas con batallas ganadas a los moros en la Reconquista asturiana: la primera en Covadonga (Asturias de Oviedo) y la segunda en el término de Encinillas o Incinillas (villa yerma, dicen los documentos) del municipio de Ciellaperlata, donde se levantó una humilde hermita a orillas del Ebro.
La batalla de Encinillas, dice la tradición, tuvo como caudillo a Don Pedro, consuegro de Don Pelayo, y se fija su fecha el 9 de Agosto del año 723, un año mas tarde de la de Covadonga, ganada por el caudillo Don Pelayo. El monasterio de San Juan de la Hoz ampara y tutela durante siglos ambas ermitas con sus advocaciones de la Virgen; y los documentos más antiguos de posesiones del monasterio nos hablan de una iglesia dedicada a la virgen.

La pregunta más interesante sería está: ¿Se sabe cuál es el origen de la advocación de Nuestra Señora de Covadonga en Ciellaperlata? En el archivo parroquial no hay documentos que puedan darnos una respuesta. Después de lo expuesto anteriormente me atrevo a sugerir una respuesta modesta: probablemente algún noble castellano o los propios monjes del monasterio de Ciellaperlata, relacionados posiblemente con los monjes del monasterio de Santa María de Covadonga (Asturias de Oviedo), fundado por Alfonso I el año 740, quisieron tener en Ciellaperlata una hermita o una imagen de la Virgen con la advocación de Covadonga, que con la imagen de la Virgen de Encinillas rememorara batallas tan parejas ganadas a los moros al comienzo de la reconquista del Reino de Asturias.


La imagen de la Virgen de Covadonga es una talla de estilo románico, policromada, sedente y con el Niño en el lado izquierdo tal y como se presenta en los siglos XII-XIII. Además tiene corona y el Niño también ostenta en su mano izquierda la bola del mundo. La imagen se apoya en un capitel de hojas. Es de lamentar que por deterioro del tiempo haya perdido claramente la expresión de los ojos y parezca una virgen ciega o con los ojos cerrados. Sería necesaria una pronta restauración, pues es titular de la Parroquia y ocupa el sitio central del retablo de la iglesia. Su fiesta, según los libros parroquiales, se celebraba tradicionalmente el día 15 de Agosto de manera discreta cuando la hermita era filial de la parroquia monasterial o prioral. Hoy parece que no tiene día señalado.


Se ha dicho y escrito que es una copia exacta de la Virgen del Auseva. Pero ciertamente que no lo es de la que se venera actualmente en aquel santuario, que es una talla de madera estofada y pintada del siglo XVII al XVIII, donada por el cabildo de Oviedo y que se presenta vestida. Es la que sustituyo a la desaparecida con motivo el incendio del año 1777. Pero es que tampoco parece ser copia de ésta última, pues se sabe que a finales del siglo XVI ya había en la cueva del santuario asturiano no una imagen antigua, románica sino una “de obra nueva, bien hecha” como la vio el célebre autor Ambrosio Morales y lo atestigua en su libro “Viaje Santo”.
Por lo tanto se puede decir que la Virgen de Ciellaperlata es una talla de características románicas, muy semejante a todas las tallas de este estilo.

Hoy en el santuario de Covadonga la imagen de la Virgen se presenta en dos tallas de estilo distinto: una en la Cueva, que es la que todo el mundo conoce y es la popular, imagen de vestir; y otra más moderna, menos conocida, que se venera en la Basílica inaugurada a principios de este siglo y que va en armonía con su estilo artístico: se retornó, como dice el autor asturiano Canella y Secades, a la tradición de la Virgen de Covadonga de estilo bizantino o románico, que habia presidido en le Cueva en siglos pasados. Es de indiscutible mérito artístico y es su autor el prestigioso artista y escultor Juan Samsó.