Paisaje e historia en la Asturias de Santiyana
Mariola Riera
En el pequeño y coqueto pueblo de Cóbreces (Asturias de Santiyana) apenas llegan al millar de habitantes. Pero esto no quita para que en su territorio se levante una imponente abadía de la orden de Trapa y, a su lado, una no menos llamativa iglesia cuyo diseño se inspiró en la catedral de la ciudad alemana de Erfurt. Ambos edificios –de estilo neogótico y financiados por adineradas familias de Cóbreces a finales del XIX y principios del XX– destacan sobremanera en un pueblo que se extiende a orillas del mar Cantábrico entre verdes praderas sobre elevados acantilados.
Perteneciente a la comarca histórica de Asturias de Santillana (que se extendía de Llanes a Santander), Cóbreces forma parte del Alfoz de Lloredo, cuya capital, Novales (a unos 20 minutos hacia el interior por una carretera comarcal), es conocida como el pueblo de los limones por lo bien que se dan los cítricos gracias a su microclima. De hecho, la entrada al Ayuntamiento está presidida por dos exuberantes naranjos.
Además de por el citado patrimonio religioso y por un buen puñado de casonas señoriales y palacios, Cóbreces tiene una bonita playa, la de Luaña, con un par de bares y aparcamiento amplio. Su mayor atractivo es en marea baja, cuando se pueden dar estupendos paseos de una punta a otra del arenal, enclavado entre acantilados. Precisamente los acantilados son el principal atractivo de Toñanes, que cae cerca de Cóbreces, en sentido Santander por la carretera regional CA-131. Hay varios senderos en buen estado para disfrutar de las vistas al mar, al que se puede llegar a través del camino que desciende hasta el molino El Bolao, ahora en ruinas y famoso por la cascada que en invierno se forma en sus inmediaciones, en la desembocadura del arroyo de La Presa.
Si lo que se busca es tranquilidad, Toñanes es un buen lugar para alojarse, tanto por sus acogedores hoteles (el Palación de Toñanes, por ejemplo, se ubica en un edificio del XVIII y dispone de un amplio recinto en el que se crían ciervos) como por su buena ubicación para conocer toda la zona.
Los pueblos del Alfoz de Lloredo, pese a su belleza y riqueza patrimonial y natural, son quizás los grandes desconocidos de una comarca muy atractiva que alberga enclaves de gran tirón turístico como son las cuevas de Altamira y Santillana del Mar (a 8 kilómetros de Toñanes), Comillas (a 9 kilómetros), San Vicente de la Barquera y la famosa playa de Oyambre, en el parque natural del mismo nombre y con dos kilómetros de arena e interminables dunas.
LA NUEVA ESPAÑA - 20-SETP-2014
Uviéu (Asturies d'Uviéu)
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